Ecuador, el Reino del Revés. Macroeconomía para (gobernantes) dummies.

Ecuador atraviesa por un complicado momento económico que algunos analistas hemos denominado recesión. El gobierno ha reconocido parcialmente la complicada situación y ha adoptado medidas para enfrentarla. En este post quiero mostrar que, mientras internacionalmente este tipo de crisis se enfrentan promoviendo la demanda agregada, en Ecuador el gobierno ha adoptado medidas diametralmente opuestas. El resultado de estas medidas, por tanto, será el obvio: una profundización o prolongación de la recesión.

Como corolario, quiero argumentar, además, que los indicadores macroeconómicos de empleo no serían estadísticamente consistentes con el comportamiento histórico de esta variable, lo que pone en tela de duda su confiabilidad en este momento sobre la real situación del mercado laboral. Finalmente, muestro un indicador que es la primera vez que se reporta para Ecuador, de acuerdo a la información que tengo. Se trata de la productividad del trabajo. Ésta se ha venido reduciendo desde el 2014.

Las recesiones se caracterizan por una caída de la demanda agregada. Por ejemplo, en el caso del Ecuador, la demanda interna (consumo de hogares, gasto del gobierno, e inversión) cayó en 1.6% en el año 2015 en relación al 2014, la caída más importante en el periodo post-dolarización.

Los libros de texto de economía ofrecen los elementos para que alguien que los lea pueda hacer recomendaciones de política económica ante una recesión. Los libros indican que el consumo de los hogares, por ejemplo, depende del ingreso disponible (después de pagar impuestos) y de la tasa de interés (si la tasa es baja, tengo menos incentivos a ahorrar y más a endeudarme y consumir). La inversión privada depende de las tasas de interés y de los flujos de caja de las empresas. El gasto de gobierno, por otro lado, no tiene variables macroeconómicas determinantes, y usualmente depende de la ideología política del gobernante.

¿Cómo enfrentó Estados Unidos la más reciente crisis, que ha sido denominada como la Gran Recesión? Lo pueden leer aquí. Pero, básicamente, y de acuerdo a lo que se aprende en los libros de texto, se hizo lo siguiente:

• Disminuir la tasa de interés de corto plazo desde alrededor de 4% hasta prácticamente 0% (para aumentar el consumo y la inversión).
• Recortes de impuestos a personas y empresas (para aumentar el consumo y la inversión)
• Beneficios a los desempleados (para mantener el consumo).
• Inversión pública en infraestructura.

¿Qué es lo que se ha hecho en Ecuador, hasta ahora, para enfrentar la crisis?

• Se ha puesto salvaguardas (con efectos negativos sobre el consumo y la inversión) para reducir las importaciones, las que cayeron 6% en el 2015 con respecto al 2014.
• Se ha propuesto subir impuestos al consumo de las personas y las empresas (que afectarán el consumo y la inversión).
• Se ha subido la tasa de interés de los créditos, especialmente los de consumo (afectando el consumo y la inversión).
• La inversión pública se ha reducido en 15% en el 2015 con respecto al 2014, y en 40% en lo que va del 2016 con respecto al periodo comparable del 2015.

Es decir, todo lo contrario a lo que se debería desprender de lo que un libro de texto de economía enseña. Ecuador sería el Reino del Revés donde "nadie baila con los pies, un ladrón es vigilante y otro es juez, y dos y dos son tres", como dice la canción.

Un tema interesante con respecto al incremento en las tasas de interés surge con la reciente noticia que los préstamos quirografarios del BIESS han aumentado sus tasas de interés. Como comenté, esto implicará una reducción del consumo. Pero, además, la institución afirma que reducirá los préstamos quirografarios este año en cerca de $400 millones. Lo interesante es que precisamente esa cifra es la que habría terminado en papeles del estado (deuda) a través de una inversión del BIESS en el Banco del Pacífico, y una inversión de este último en los títulos del gobierno, tal como lo analiza CORDES en su documento de difusión CORDES Opina que pueden leer aquí. Es decir, el gobierno extrae recursos del sector privado que podrían destinarse para consumo y los utiliza para financiar sus gastos. En un estudio sobre el impacto de la política fiscal en este blog, hemos demostrado que por cada dólar que el gobierno gaste la actividad económica se incrementa en tan sólo 30 centavos.

Pasando al tema de la tasa de desempleo, el más reciente boletín del INEC que cubre hasta marzo de 2016 revela que la tasa de desempleo es de 5.7% cuando en diciembre de 2015 fue 4.8% y en marzo del mismo año fue 3.8%. La tasa de desempleo actual es comparable a la que se tuvo a finales de 2010. Pero hay un hecho inusual en el cálculo de la tasa de desempleo más reciente, como lo muestro a continuación. La definición de la tasa de desempleo es:

Tasa de desempleo = Número de Desempleados / Población Económicamente Activa

Por supuesto, si alguien quiere que una fracción luzca más chica, sólo tiene que hacer más grande el denominador. Mi impresión es que la Población Económicamente Activa (PEA) está inflada en el último reporte de empleo del INEC. El argumento es el siguiente:

• La PEA se incrementó en casi el 5% (360,000 personas) en el trimestre entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, cuando el incremento del trimestre comparable del 2015 fue del 2.5% y el del 2014, del 1.4%. Es decir, el aumento de la PEA de marzo de este año es incompatible con lo ocurrido históricamente.

Si se hubiera mantenido la tasa de incremento de la PEA en 2.5%, como el año pasado, la tasa de desempleo hoy sería más cercana al 6%.

Lo preocupante es que la cifra de subempleados se ha incrementado en 298,000 personas desde diciembre de 2015. Ahí es donde parece estar el aumento de la PEA que mencioné anteriormente, y que permite tener un indicador de desempleo no tan elevado.

Finalmente, con respecto a la productividad del trabajo, obtengo este indicador dividiendo el PIB trimestral en dólares del 2007 reportado por el Banco Central para el número de empleados reportado por el INEC, tal como se hace en economía. Este indicador revela cuánto produce cada empleado en un trimestre. Mientras más alto, más productiva es la fuerza laboral de la economía, y viceversa. El gráfico a continuación muestra la evolución de la productividad:

Como se puede apreciar, la productividad se incrementó hasta mediados del 2014, punto a partir del cual se ha reducido significativamente, aunque tuvo un incremento al final del 2015. Este indicador es fundamental porque nos deja anticipar el futuro desempeño de la economía en cuanto a producción e ingresos.