Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes, @LassoGuillermo

No soy asesor de Guillermo Lasso ni pretendo serlo. No creo ser capaz de estar a la altura de lo que esa asesoría significa ni me es factible por mis obligaciones laborales. Con humildad escribo estas líneas dirigidas al político porque en sus manos está evitar que Ecuador caiga en un estado permanente de calamidad económica, social e institucional, y le digo: Cambie la forma de conducir su campaña política si quiere (queremos) ganar. Me permito hacer dos recomendaciones para lograr ese objetivo:

1. Proponga transferencias monetarias a quienes han perdido sus empleos por la pandemia financiadas con una contribución desde los patrimonios más altos por una sola vez, poniendo de ejemplo lo que a Ud. le tocaría pagar y motivando a los sectores de alta riqueza de la sociedad ecuatoriana a ser parte de esta propuesta; estoy seguro que muchos la apoyarán.
2. Reconfigure su equipo de asesores y dé mucho menos peso a aquellos(as) que lo han acompañado durante las cinco elecciones en las que ha participado hasta ahora (contando primera y segunda vueltas) y no ha podido ganar.

La primera propuesta será acogida mayoritariamente por los candidatos que le siguen en votación y hasta por el candidato contrario (y sus asambleístas). Es posible que pierda votos en los segmentos de alta riqueza, pero esos segmentos no ponen presidentes. Es en los segmentos de baja riqueza, que han sido los más golpeados por la pandemia, donde está el poder de elegir. Y están esperando un líder que se sacrifique por ellos mientras pone a andar la economía para generar trabajo y oportunidades de negocios. Ese líder sacrificado sólo puede ser Ud. La contribución serviría como crédito tributario para el impuesto a la herencia, que no debe ser eliminado, y no distorsionar las decisiones de ahorro, tal como lo expliqué en este post.

La segunda propuesta tiene que ver con traer el discurso político más hacia el centro y más hacia la ciencia. El dogma déjelo para su rival político del día de hoy. Apóyese en quienes entienden la economía como una ciencia social y la ven desde una perspectiva social, propendiendo a la eficiencia con igualdad de oportunidades. La gente no es pobre o discriminada porque quiere. La pobreza y la desigualdad en la distribución de la riqueza destruyen los beneficios que todos anhelamos del sistema capitalista y nos hunden en la espiral negativa a la que nos quiere llevar el otro candidato. Ataquemos la raíz del problema. Para eso necesitamos prestar oídos a quienes pueden presentar argumentos desde la economía como ciencia social. Descuente significativamente el discurso sobre volvernos Venezuela o la desdolarización (que son riesgos latentes, pero alejados del día a día del votante mediano) y céntrese en develar las debilidades (falta de méritos para ser presidente) de su contendor.